
Su obra anteriormente citada ("Meditaciones") muestra un gusto y una forma exquisita y es considerada, todavía hoy, "un homenaje al gobierno perfecto", a la vez que supone una meditación interior y una búsqueda para encontrarse finalmente con uno mismo, después de una vida intensa.
Podría decirse que el día en el que emprendió el viaje al Hades, aunque en realidad Marco Aurelio no creía en la vida después de la muerte, también lo hizo la llamada "Pax Romana", época de la mayor prosperidad vivida por el Imperio en diez siglos de existencia.
A Marco Aurelio, podría aplicársele la inscripción que se puede leer en el frontispicio del Panthéon de París, donde reposan, entre otros, los restos de Voltaire, J.J. Rousseau, Émile Zola, Marie Curie y Jean Monet : "Aux grands hommes, la patrie reconnaissante".
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